- Por Asociacion Española de Enfermos de Hepatitis C
- Publicada: 29/07/2011
Asociacion Española de Enfermos de Hepatitis C
– Las razones de su falta de diagnóstico son que el 40% de los pacientes infectados no pertenecen a ninguno de los grupos de riesgo y que la mayoría de las personas que se contagia de forma aguda no presenta ningún síntoma
– Los expertos recomiendan que, ante la menor sospecha de haber estado en contacto con personas infectadas, se debe acudir al centro de salud para realizar los test diagnósticos de la hepatitis, tanto B como C
– En el caso de la hepatitis C se destaca que es una enfermedad que puede provocar a largo plazo importantes problemas hepáticos, desde el desarrollo de cirrosis y cáncer hasta la muerte derivada de ellos
– El tratamiento de la hepatitis C crónica va a cambiar con la aprobación de los nuevos tratamientos que, unidos a la terapia estándar habitual, van a aumentar la posibilidad de eliminar la infección viral en, aproximadamente, el 70% de los pacientes. En este sentido, será posible el rescate de pacientes no respondedores con nuevas opciones terapéuticas
Madrid, julio de 2011.- La hepatitis es una enfermedad que continúa siendo muy prevalente, afectando a una de cada doce personas en el mundo. Es decir, que existen alrededor de 500 millones de afectados por el virus B y C de esta enfermedad. En concreto, en nuestro país, se estima que, aproximadamente, 600.000 personas estén contagiadas por hepatitis C.
Todos estos datos son de gran relevancia social y médica ya que de estos pacientes sólo algunos están en tratamiento porque, la mayoría, desconocen que están infectados. Las razones fundamentales que conducen a este hecho, según explica el Dr. Juan de la Revilla, adjunto del Servicio de Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro, son “por un lado, que es una infección que tiene unas vías de transmisión perfectamente conocidas pero en donde un 40% de los pacientes infectados no pertenece a ninguno de los grupos de riesgo como para intuir que padecen la enfermedad. Por otro, el hecho de que la mayoría de las personas que se infecta de forma aguda no presenten ningún síntoma también contribuye a la dificultad para su diagnóstico y a la mayor expansión de la enfermedad”.
En este sentido, la Dra. Inmaculada Fernández Vázquez, adjunta del Servicio de Hepatología del Hospital 12 de Octubre, incide en destacar que, “aunque el número de pacientes diagnosticados está aumentado en los últimos años, todavía son muchos los casos sin diagnosticar. Por ello, es importante que, aun teniendo en cuenta el carácter asintomático del virus, ante la menor sospecha de haber estado en contacto con personas infectadas se debe acudir al centro de salud para realizar los test diagnósticos de la hepatitis, tanto B como C”.
Bajo esta circunstancia, adquieren protagonismo todas las campañas y medidas necesarias que se adopten para crear conciencia de la necesidad de diagnosticar a los enfermos, e informarles, de forma profesional, de todo lo que implica la hepatitis.
Por este motivo, la Asociación Española de Enfermos de Hepatitis C (AsoEEHC), lleva muchos años trabajando en beneficio de los afectados y sus familias, así como para promover la identificación de nuevos afectados para que reciban tratamiento y asesoramiento lo antes posible. “En fechas como la de hoy, donde celebramos el Día Mundial de las Hepatitis Víricas, tenemos como objetivo concienciar a la población general sobre esta patología así como explicar los posibles riesgos de contagio y de un diagnóstico tardío. También, mantener nuestro papel como fuente informativa para todos los afectados y sus familias aportándoles todos los nuevos datos y avances respecto a su enfermedad”, explica su presidente, Pedro Manuel Castelló.
Numerosas actividades sociales se están desarrollando en España con motivo de este día, que este año se celebra el 28 de julio para rendir homenaje al nacimiento del ganador del premio Nobel, el Prof. Blumberg, descubridor del virus de la hepatitis B. “La AsoEEHC se ha encargado de organizar mesas informativas en diferentes ciudades de nuestro país como Sevilla, Valencia, Toledo, Albacete, Murcia y Tenerife, entre otras”, afirma Amparo González, coordinadora de la AsoEEHC. “Asimismo, se está celebrando una jornada de puertas abiertas para pacientes y familiares en el Salón de Actos del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad con la participación de expertos de prestigio y personalidades de la política como Rosa Ramírez Fernández, Subdirectora General de Promoción de la Salud y Epidemiología del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad”, añade Amparo González.
“No dejes que la hepatitis destroce tu vida. Conócela. Afróntala”, es el lema de este año. Éste es así porque no hay que olvidar que la hepatitis puede tener consecuencias graves en las personas afectadas. En concreto, en el caso de la hepatitis C, el Dr. de la Revilla pone de manifiesto que “puede provocar a largo plazo importantes problemas hepáticos, desde el desarrollo de cirrosis y cáncer hasta la muerte derivada de ellos”. Pero el experto subraya que “si se consigue un diagnóstico e inicio del tratamiento en las fases iniciales de la enfermedad, antes de que desarrolle un daño hepático importante, las probabilidades de curación de la infección y, por tanto, la mejora clara del pronóstico de la enfermedad a largo plazo son mucho mayores y con importantes expectativas”.
En este sentido, tanto el Dr. de la Revilla como la Dra. Fernández Vázquez coinciden en destacar que el tratamiento de la hepatitis C crónica va a cambiar con la aprobación de los nuevos tratamientos que, unidos a la terapia estándar habitual, van a aumentar la posibilidad de eliminar la infección viral en aproximadamente el 70% de los pacientes. En este sentido, será posible el rescate de pacientes no respondedores con nuevas opciones terapéuticas.
¿Puedes estar infectado?
Existen una serie de factores de riesgo que facilitan el contagio del virus de la hepatitis C en la sangre. En el caso de que se haya estado expuesto a alguno de ellos, sería recomendable realizar un análisis de sangre:
• Tatuajes o piercings
• Consumo de cocaína intranasal
• Transfusiones de sangre anteriores a 1992
• Uso compartido de jeringuillas para el consumo de droga
• Intervenciones dentales en países en los que no se esterilice correctamente el material
• Personal sanitario de riesgo
• Compartir útiles de aseo ni otros objetos que puedan haberse contaminado con sangre.