Los filtros de aire no impiden la mayor parte de los efectos del tabaquismo pasivo .

Autora: Emma Hitt, PhD

Un nuevo estudio ha revelado que los filtros de aire reducen notablemente las concentraciones de partículas pero no lo suficiente para disminuir la exposición al tabaquismo pasivo en niños asmáticos de entornos urbanos pobres.

La Dra. Arlene M. Butz, ScD, MSN, CPNP, de la División de Pediatría General en la The Johns Hopkins University School of Medicine, en Baltimore, Maryland, y sus colaboradores comunicaron los hallazgos en un número reciente de Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine.

Los autores del estudio hacen notar: «Pese a la concienciación de los progenitores de que el tabaquismo pasivo exacerba el asma, 40% a 67% de los niños asmáticos de entornos urbanos pobres residen en un domicilio con por lo menos un fumador». Según los investigadores. Las concentraciones de partículas de las exposiciones al tabaquismo pasivo previamente se han encontrado reducidas con el empleo de filtros de aire.

El estudio actual tuvo como propósito valorar la capacidad de un filtro de aire únicamente (n = 41), un filtro de aire más una promotora de salud (n = 41), o filtros de aire tardíos (control; n = 44) para reducir las concentraciones de partículas, de nicotina en el aire y de cotinina en la orina. Así mismo, se valoró el número de días sin síntomas.

Los niños aptos tenían entre 6 y 12 años de edad así como asma diagnosticada por un profesional clínico, síntomas frecuentes o uso de medicamentos para control, lo que significa que tenían un asma persistente. También convivían con un fumador quien fumaba más de cinco cigarrillos al día y radicaba en el domicilio por lo menos cuatro días a la semana.

Las reducciones de la media de las concentraciones de partículas finas y burdas PM (PM2.5 y PM2.5-10) desde el inicio hasta los seis meses fueron notablemente más altas tanto en los grupos con filtro de aire frente al grupo de control (concentraciones de PM2.5 p = 0,003; y concentraciones de PM2.5-10p = 0,02 para las diferencias en los dos grupos con filtros de aire y el de control).

Sin embargo, la presentación de tabaquismo pasivo, según se determinó mediante las concentraciones de nicotina en el aire y de cotinina en la orina, fue equivalente entre los grupos. El recurrir a una promotora de salud no redujo más las concentraciones de partículas.

Los grupos con filtros de aire, cuando se combinaron, tuvieron un incremento importante de los días sin síntomas durante las últimas dos semanas (1,36 frente a 0,24 días sin síntomas para los niños del grupo de control desde el inicio hasta el seguimiento, lo que representa un incremento de 14% a 18% de los días sin síntomas y corresponde a 33 días por año adicionales sin síntomas.

Los autores del estudio hacen notar: «El empleo de filtros de aire en los domicilios de los niños con asma se relacionó con una reducción importante de las concentraciones de partículas en interiores y un aumento en los días sin síntomas». Añaden: «Sin embargo, las concentraciones reducidas de partículas en interiores no disminuyeron lo suficiente para cumplir las normas de la EPA [Agencia para la Protección del Ambiente] relativas a la calidad del aire de exteriores».

Este estudio fue financiado por el National Institute of Environmental Health Science, National Institutes of Health; el Environmental Protection Agency; y el Johns Hopkins Center for Childhood Asthma in the Urban Environment. Los autores del estudio han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Referencias:

Pediatr Adolesc Med. 2011;165:741-748.

Deja un comentario